martes, 29 de agosto de 2017

Embarazo después de In Vitro

Pasaron los meses y poco a poco nos íbamos organizando en casa. El pequeño guerrero es eso, un guerrero. Las primeras semanas fueron muy duras. Tenía reflujo y no era capaz de estar tumbado, así que se pasaba el día y la noche en brazos o en la mochila. Bendita mochila. Desde el minuto uno, nuestro guerrero ha sido muy demandante, pero por otro lado, nos encantaba tenerle encima todo el día. Había llegado el momento y por qué no lo íbamos a disfrutar. Qué paz transmitía cuando se quedaba dormido en nuestro pecho. A papiguerrero se le daba mejor que a mí, no sabemos por qué pero el guerrero se acomodaba mejor y se quedaba frito al instante. Siempre han tenido una relación especial.
Cuando recibimos la noticia del embarazo de nuestro guerrero, tanto la ginecóloga como la hematóloga nos dijeron que si no queríamos otro embarazo tuviéramos cuidado, porque era muy fácil conseguirlo después de tantos tratamientos. Así que llegado el momento, lo hablamos y decidimos probar suerte, aun sabiendo que aunque yo tenía más probabilidades, papiguerrero también tenía problemas y él no tenía la carga hormonal que tenía yo.
Pensamos que era muy difícil y siempre bromeábamos con lo guay que sería un embarazo espontáneo, sin esperar mes a mes, sin desearlo durante más de dos años, sin llantos ni pinchazos, de esos que dicen que pasan después de los tratamientos de fertilidad. Sabíamos que era muy pronto y que si teníamos suerte, los bebés iban a ser muy seguidos, pero como decía papiguerrero, si ya nos habíamos hecho a la idea de tener mellizos, nos daba igual. Siempre pensando que teníamos pocas posibilidades.
Llegó Navidad y a mí algo me decía que estaba embarazada, pero nos parecía tan difícil, no nos iba a tocar a nosotros. Después de las fiestas, el 13 de enero, viernes,  decidí hacerme una prueba de embarazo, antes de pedir cita con el gine y resultó ser positiva. Madre mía! Menudo lío! Nuestro guerrero tenía tan solo cinco meses y yo podía estar ya de hasta 13 semanas. Papiguerrero se quedó en shock, como ya os conté en otra entrada, y yo no pude parar de llorar en todo el fin de semana. Lloraba de emoción, lloraba por todo lo que habíamos pasado, lloraba porque yo siempre había querido tener dos hijos seguidos, que tuvieran poca diferencia de edad. Lloraba porque me parecía increíble lo que estábamos viviendo y lloraba porque no quería tener la sensación de querer menos a nuestro segundo hijo por el mero hecho de no haber luchado tanto para conseguir el embarazo. Por supuesto, esta sensación se esfumó en cuanto vimos a nuestra princesa en la primera ecografía.
Aguantamos el fin de semana sin decírselo a nadie. También lloraba por eso. Yo estaba deseando contárselo a mis padres pero papiguerrero tenía miedo, después de tanto sufrimiento, que algo no fuera bien y prefería ir primero a hacer una eco y confirmar que todo estuviera bien. No se fiaba de la prueba de embarazo. Así que le expliqué que era un superpositivo, que la rayita del SÍ se había marcado incluso más fuerte que la de control.
Recuerdo que hablé con él el lunes por la mañana. Yo estaba en casa con nuestro guerrero y él estaba en el trabajo. Le dije que no aguantaba más, que tenía que contárselo a la familia y me entendió perfectamente, de hecho él también estaba deseando contarlo. Teníamos cita para comprobar el embarazo el miércoles pero ya no aguantamos más, así que llamé a mi madre y recuerdo que le dije, mami,¿estás sentada? Ella se asustó un poco y me dijo sorprendida ¿Qué pasa??? Pues que vas a ser abuela otra vez. Mi padre pasaba por allí en ese momento. El pobre resoplaba cuando preguntó a mi madre qué pasaba al ver su cara de asombro. Estaban nerviosos, no entendían nada. No se explicaban como podían pasar estas cosas con nuestros diagnósticos. Las cosas de la ciencia y la naturaleza se nos escapan de las manos. Así que les expliqué un poco lo que nos dijeron en su momento y aunque todo esto no lo entienden muy bien, su empeño ponen en entender la situación.
Papiguerrero también se lo contó a sus padres, que se quedaron helados, tampoco entendían nada.

Llegó el miércoles y fuimos al gine privado más cercano, para comprobar que todo estaba bien y empezar con los trámites del control del embarazo una vez que nos confirmaran de cuantas semanas estaba. Ya habíamos ido el lunes anterior al médico de cabecera para que nos mandara todos los análisis, pero esto os lo contaré en la siguiente entrada. 

1 comentario:

  1. https://goo.gl/jrJMdG descubre como mujeres infertiles han quedado embarazadas

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