jueves, 23 de julio de 2015

Junio 2014. Momento de tomar decisiones.

Ese mismo día que nos dieron la noticia de la cancelación de la transferencia por ausencia de embriones y nos dijeron con muy poco tacto que deberíamos optar por la donación de gametos, estuvimos hablando del tema. 

Fue una tarde dura para los dos. Papiguerrero se sentía culpable de no poderme dar lo que yo más deseaba, ya que en la llamada telefónica que recibí por la mañana me adelantaron que probablemente era el gameto masculino el que "fallaba", hasta plantearme no seguir juntos, ya que sabía lo importante que es para mí ser madre. 

Por supuesto, que yo no estaba dispuesta a renunciar a papiguerrero, era una locura, había que calmarse y tomar decisiones, pero no por separado. Debíamos estar más unidos que nunca. 

Yo no quería pensar que era culpa de ninguno, estábamos juntos en esto y si no podía ser, no era culpa de nadie, era nuestro destino. Hablamos de donación de embriones, renunciando a los genes de los dos, o incluso de adopción, nacional o internacional. Todas estas ideas formaban un laberinto en nuestras cabezas y no es algo que puedas decidir en una tarde. Estábamos destrozados, no sabíamos cual podía ser el siguiente paso, pero ninguno de los dos nos queríamos rendir ni renunciar a nuestros genes, así, a la primera de cambio. 

Estábamos dispuestos a plantearnos nuestro futuro sin hijos, pero yo era consciente que no sabía si lo iba a poder superar o no. De todas formas, eran ideas que surgían día tras día, conversación tras conversación, prácticamente durante todo el tiempo que estábamos juntos. 

Decidimos esperar a las explicaciones de la doctora en la consulta y después acudiríamos a otra clínica para pedir una segunda opinión, llevando todas nuestras pruebas y resultados de todos los tratamientos anteriores. Con las dos opiniones, actuaríamos en consecuencia. 

Así, llegó el día de la consulta con una de nuestras doctoras habituales. Nos explicó un poco lo mismo que la embrióloga por teléfono. Que los embriones parecían pararse a partir del cuarto día y los estudios dicen que a partir de ese día es cuando el factor masculino tiene más "peso". Por tanto, llegan a la conclusión que el gameto masculino es el que hay que cambiar. Para averiguarlo, nos sugieren que papiguerrero se haga una prueba llamada FISH, para comprobar el ADN de los espermatozoides y asegurarnos que no tienen ninguna anomalía cromosómica, aunque todo apunta a que ese es el problema. 

Entonces, nosotros vemos una luz al final del túnel. Si esa prueba sale bien, podríamos seguir intentándolo con nuestros gametos. Pero la doctora nos corrige, asegurándonos que si el FISH sale correcto, el problema es de mis óvulos, a pesar de haber comenzado explicándonos que todo apunta a que los espermatozoides son el problema. La doctora no duda en comunicarnos que la naturaleza es muy sabia y que con nuestros gametos, si algún día consiguiéramos embarazo, no llegaría a término y si llegara, por alguna extraña razón, nuestro bebé tendría anomalías cromosómicas. 

No nos daban una salida. Insistían en la donación de gametos, de uno o incluso de los dos, para tener más posibilidades de embarazo. Con dos gametos sanos, nos aseguramos que haya embarazo. 

Malditos protocolos. Con cuatro fallos, donación. Eso marcan sus tablas, sus protocolos, y eso es lo que nos ofrecen. De todas formas, la última decisión es nuestra. 

Salimos un poco indignados, parecía que iba cambiando la versión según le hacíamos preguntas. Ahora sí, habíamos perdido la confianza en nuestra clínica. Todo nos parecía mal y así no podíamos seguir. 

Decidimos llamar a otra clínica, una que jugara en Champions, como decía papiguerrero. Nuestro caso no es un caso fácil y necesitamos a los mejores. Pedimos cita para una primera consulta. 

Era el momento de empezar de nuevo. De cambiar cosas. Cambiamos de clínica, cambiamos la actitud, volviéndonos de nuevo positivos, incluso cambiamos la carpeta donde guardábamos todos los papeles de la clínica. Había que empezar de cero. 

Acudimos a la clínica de Champions. Ya al entrar todo era distinto, todo facilidades, buenas caras, incluso parking privado gratuito para los clientes. Esto parecerá una tontería, pero cuando tienes que salir del trabajo tres días por semana, con la hora justa para acudir a una cita o analítica, poder aparcar en la puerta te ahorra mucho estrés adicional. 

Nos atiende una doctora que no es muy habladora pero es amable. Se pasa un rato ojeando nuestros papeles, que ya eran muchos. Pruebas, análisis, estimulaciones, transferencias. 
Tras un tiempo de revisión de papeleo, angustioso para nosotros, que solo nos fijábamos en las caras que ponía la doctora, intentando deducir prematuramente el diagnóstico, comienza a hablar con nosotros. 

No nos dijo nada nuevo. Todo lo que nos habían hecho en la otra clínica era correcto y era lo que marcaban los protocolos, esos que tanto odiábamos. Nos anima a realizarnos una ICSI más, con nuestros gametos. Y nos dice unas palabras que para nosotros, son muy alentadoras. "Nosotros confiamos en nuestro personal, en nuestras máquinas, nuestras incubadoras y nuestros embriólogos, vamos a intentarlo una vez más, y si no, ya vemos otras opciones". 

Nos agarramos a esas palabras. Además, nos recomienda hacernos más pruebas. A papiguerrero le manda al andrólogo, por fin! y a mí, a la inmunóloga. Ahora pensamos que aquí estaba la clave. 

Salimos con más papeles y pruebas por realizar, pero muy contentos, ahora sí estábamos acotando el problema. Pedimos cita con la inmunóloga y el andrólogo y nos volvemos a casa, más tranquilos. Pasaremos el verano y a la vuelta, con más fuerza lo volveremos a intentar. 

Os dejo para la siguiente entrada nuestra experiencia con la inmunóloga y el andrólogo. Mientras tanto, gracias por seguir ahí. 




4 comentarios:

  1. Ostras tengo ganas de saber que os dijeron! Muchos besos!

    PD: Espero que no se duplique con la cuenta de WP me salia que no se conectaba XD

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    1. Intentaré escribir más a menudo, pero a veces me es imposible.

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  2. Uff la primera parte de tu relato parece que la haya escrito yo. Que momentos mas difíciles.
    Aquí me tienes esperando los resultados!!

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    1. Supongo que muchos hemos pasado o estamos pasando por lo mismo. Pero hay que seguir luchando hasta el final.

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