sábado, 1 de agosto de 2015

Noviembre 2014. Cuarta punción.

Llegó el día de la punción, 16 de noviembre, domingo. Llegamos a la clínica con ilusión. Yo estaba muy incómoda. 

Empecé el jueves anterior con la tripa muy hinchada y sin poder apenas respirar, tanto que cuando me levanté el viernes llamé al trabajo y me pedí el día de vacaciones, porque no era capaz de dar dos pasos. Tenía hiperestimulación, me había llenado de líquido y los ovarios estaban muy grandes. Me pasé todo el día medio tumbada, sin hacer nada más que beber aquarius. El sábado, a las 7 de la mañana le dije a papiguerrero que me iba a levantar, no podía estar más tiempo tumbada, tenía un dolor muy fuerte en el lado derecho, entre las costillas y la pelvis, me dolía hasta respirar. Me levanté, pero a los cinco minutos me volví a la cama, con lágrimas en los ojos, no era capaz de estar sentada, ni de pie, ni caminando, nada. No sabía como era mejor. Después de un rato en la cama, buscando la postura que menos dolor me producía en el costado, fui incapaz, así que llamamos a la clínica y consulté con la enfermera si podía tomar ibuprofeno porque con paracetamol no se me había pasado. Me dijeron que sí, y que no me moviera mucho, porque podría haberse torsionado un ovario. 

Así llegó la hora de comer. Papiguerrero, que en todo momento se ha portado fenomenal conmigo y me ha mimado y cuidado más de lo que estaba en su mano, preparó la comida y decidí levantarme a la mesa. Cuando llevaba cinco minutos intentando comer, me tuve que volver a la cama, porque el dolor me producía mareo. Me tomé el ibuprofeno que me dijo la enfermera de la clínica y papiguerrero me dio de comer como pudo, porque yo no me podía incorporar de ninguna forma, no podía moverme ni un centímetro sin que viera las estrellas del dolor. Así que comí lo que pude e intenté dormir un poco. Encontré una postura y así me dormí una larga siesta. Afortunadamente, cuando desperté, el dolor había desaparecido. Estaba molesta e incómoda pero no tenía ese dolor tan insoportable. 

Me pasé toda la tarde descansando y al día siguiente, tocaba la punción. Con ésto seguramente mejoraría. 

Llegó el domingo. Acudimos a la clínica a la hora prevista, y enseguida nos dieron habitación. Madre mía, que lujo, que diferencia con la clínica anterior. Papiguerrero me pudo acompañar. Me dieron las instrucciones, las calzas y el gorro de papel, el camisón y a esperar a que vinieran a buscarme. Mientras, papiguerrero recogería la muestra en la misma habitación, que parecía la habitación de un hotel, y cuando terminaran con mi punción, una emfermera pasaría a recogerla. Era todo más íntimo que en la clínica anterior y nos gustó mucho el trato. 

Vino la doctora a hablar con nosotros, nuestra doctora, la misma que durante dos semanas me había hecho los controles, la misma que meses antes nos atendió en nuestra primera cita. Muy amable y cercana, me explicó que ella misma me haría la punción. Parece que no, pero ésto da tranquilidad. Papiguerrero no podía entrar en quirófano, pero por lo menos tendría allí una cara conocida, la de nuestra doctora. 

Llegó el momento, yo estaba deseando, después de todo lo que había pasado los últimos días, así que, un pinchacito y a dormir un ratito. Cuando me despertara de la anestesia, todo habría terminado y solo nos quedaba esperar los resultados. 

En unos 20 minutos, me llevaron a la habitación, donde estaba papiguerrero esperándome. Todo fue distinto que las otras tres veces anteriores y ésto nos hacía estar más positivos. 
Enseguida vino la doctora a informarnos que se habían obtenido 20 ovocitos, sólo nos quedaba esperar al día siguiente para saber cuantos de estos 20 eran maduros y cuantos conseguirían ser fecundados, pero ésto os lo cuento en la siguiente entrada. 


2 comentarios:

  1. Ufff que mal lo has tenido que pasar con la hiperestimulación. Yo lo pase mal los dias siguientes de la puncion, con un hinchazon horrible y dolor desagradable. Tarde mas de 1 semana en volver a mis ser,
    20 ovocitos esta genial¡¡¡ que ganas de que te llamen mañana y te digan cuantos han fecundado¡
    Mucha suerte guapaaa¡

    ResponderEliminar
  2. Si, esta vez lo pasé muy mal con la hiperestimulación. 20 ovocitos eran muchos, pero sabíamos que se van perdiendo por el camino. Solo nos quedaba esperar...

    ResponderEliminar