miércoles, 13 de mayo de 2015

Segunda Transferencia de vitrificados. Enero 2014.

Terminaron las navidades, y aunque el final fue un poco triste, no nos rendíamos. Era nuestro primer intento y las estadísticas únicamente te dan un 20-30% de posibilidades de acertar en la primera ICSI. Así que, cargamos de nuevo las pilas. 

Volvimos a la clínica y nos reunimos con una de las doctoras que nos habían llevado el ciclo anterior. Nos gustaba ir siempre con la misma, en la medida de lo posible, pero por horarios en ocasiones no era posible. La doctora nos dijo que no nos preocupáramos, que podría haber sido únicamente cuestión de suerte y que hasta tres ICSI´s fallidas no se considera que haya más problemas, que debíamos continuar. 

En cuanto comenzó el nuevo ciclo, me dieron las pautas para volver a tomar la meriestra, que es la medicación que ayuda en ciclo sustituído a preparar el endometrio. Como en mi caso no existe ovulación, ni siquiera me dieron a elegir entre ciclo natural o sustituído. En el ciclo anterior, el primero que tomé meriestra, me sentó bastante mal, tanto, que recuerdo que no pudimos acudir a una de las comidas de Navidad con amigos, porque ese mismo día me levanté con una especie de cólico biliar. Un dolor horrible, vómitos y un mareo que hacía que para mí fuera una gymkana llegar de la cama al baño. 

Afortunadamente en el segundo ciclo mi cuerpo ya se había acostumbrado a este nuevo medicamento y aunque emocionalmente me afectaba incluso más que las inyecciones para la estimulación ovárica, por lo menos podía hacer vida normal. 

En este ciclo únicamente acudí una vez a revisión antes de la transferencia, para medir el grosor del endometrio y estimar el día adecuado para realizarla. Así que, el día 22 de enero me realizaron la segunda transferencia de embriones vitrificados. Los dos últimos que quedaban de los cuatros obtenidos de la primera punción. 

Como en el ciclo anterior, me llamó el embriólogo el día anterior de la transferencia para comunicarme que los dos esquimalitos habían desvitrificado bien y que les volverían a hacer hatching, como a los anteriores. Este día, como cualquier día de los que esperábamos llamada de los embriólogos, era angustioso. No nos informaron de la calidad de los embriones de la que nos enteraríamos al hacerme la beta. 

Como en cada ocasión, llamé a papiguerrero para informarle. Volvíamos a estar ilusionados. Ésta sería la buena, seguro.

Acudimos a la clínica en la mañana del 22 de enero, nerviosos, como la vez anterior. Ilusionados, al pensar que en dos semanas podría cambiarnos la vida para siempre o continuar con esta lucha que empezaba a hacer mella, pero aún sobrellevábamos. 

Como ya no éramos principiantes, el tema de llevar la vejiga llena lo controlé un poco mejor, pero tardaron tanto en atendernos que me volvió a pasar lo mismo. Empecé a agobiarme y ya no podía pensar en otra cosa, aunque no fue tan incómodo como la primera vez. 

Entramos en la habitación donde me realizarían la transferencia, viene la doctora a presentarse, una nueva que no conocíamos, y la embrióloga nos vuelve a enseñar un vídeo de los embriones. No nos dice la calidad. A mí me da que pensar, porque en los foros y distintos blogs siempre leía que a todas les decían la calidad de los embriones que obtenían, pero tampoco quería darle muchas vueltas al tema. 

Como en la transferencia anterior, papiguerrero tuvo su momento humorístico. Siempre le han incomodado los silencios, así que intenta en cualquier momento romper el hielo. En este caso, su frase en el momento de realizar la transferencia de embriones, momento en que la doctora y enfermera están concentradas en su trabajo, fue "Y pensar que hay gente que ésto lo consigue gratis". Nos echamos unas risas. La doctora nos miró alucinada por nuestro humor en estos momentos tan difíciles. A lo que yo respondí, "y ahora, yo tengo que estar 48h en reposo absoluto y hay quien se queda embarazada en el baño de una discoteca y sigue bailando toda la noche". Las chicas de la clínica, tanto la doctora como la enfermera se morían de la risa. 

Después de los 15 minutos de rigor, descansando en el silloncito, nos mandaron a casa, con las instrucciones de los próximos 15 días. Eran las mismas que en el ciclo anterior, ya nos las sabíamos. Y así, nos fuimos con nuestros embrioncitos a casa, a cuidarnos y esperar a que llegara el día de la beta, que sería el próximo 5 de febrero.

1 comentario:

  1. Hola y finalmente como te fue? Lo logrAron? Estoy igual k tu en mi 2da transfer y en reposo por 2 dias...
    Cuenta k paso?

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